Úsese para las acciones y rituales realizados por comunidades, grupos o individuos para mantener su fortaleza espiritual, su fe y su conexión con lo trascendental, en medio de contextos de violencia, despojo o represión. Estas prácticas pueden incluir rituales ancestrales, oraciones colectivas, ceremonias de sanación, y formas simbólicas de conexión espiritual que refuerzan la identidad y la cohesión comunitaria.