Entr.: Bueno. Una de las formas más importantes que teníamos nosotros como Centro de Memoria Histórica para reparar, para ayudar a la reparación de todo lo que pasó en ese conflicto, es preguntarle si sabe sobre ubicación de fosas comunes, pero con fines no judiciales, sino netamente humanitarios, ¿sí? Pues, la idea es entregar, ya sea, de personas, digamos, que hayan pertenecido a la estructura, porque igual también tienen familias, ¿no?, que están buscando. Entonces, es… Las dos preguntas de cierre es [sic], sí sabe de ubicación de fosas comunes y puede brindarnos la información, pues, aquí se puede dejar.
Edo.: Sí, sí sé, para qué, sí sé de un muchacho que quedó por allá en Briceño en un punto llamado… Es que a mí se me olvidan ya esos puntos, Dios mío. Eso es una millita más acá de Chorrillo, un caserío que está más acá de Chorrillo…
Entr.: ¿Será que con mapa nos ayudamos? [01:52:48 – 01:52:49 No se entiende]
Edo.: [Risas] Eso es más arribita de… Está Chorrillo, está… La Zabra, La Zabra [01:53:02 Dudoso], está… Pero eso…no, yo no sé, eso es un poco difícil, de pronto.
Entr.: [01:53:23 – 01:53:42 Silencio] Es por… ¿por dónde me dijo?, ¿por Briceño?
Edo.: Sí, más… en Briceño, en Briceño, Antioquia. Hay una antena, en el pueblito hay una antena, ahí mantenía un cambuche de nosotros como… Te voy a explicar, más o menos, como de esa antena a unos 100 metros, ahí quedó un muchacho, compañero de nosotros.
Entr.: De Briceño, ¿sí? Eso es cerca ahí…
Edo.: [Interrumpe] Sí, eso es en Briceño. Eso es… ese es un caserío más arriba de Briceño.
Entr.: Es que no encuentro Briceño. CIU: 594 Transcriptor: Diego Fernando Amaya Ardila Página 44 de 46
Edo.: Eso es más acá de… No, miento, ya… Me acorde, no es Chorrillo, es un pueblito que se llama El Pescado, más acá de El Pescado.
Entr.: ¿Es cómo qué, una vereda o un corregimiento?
Edo.: Sí, es una vereda, es una veredita. Una veredita de ahí de… de… ¿Cómo es que se llama?, de Briceño. Está Chorrillo, está El Pescado, ya me estoy acordando de esas… El Pescado, La Zabra y está…
Entr.: [Interrumpe] El Pescado, lo encontré.
Edo.: ¿Lo encontraste?
Entr.: [Asiente]
Edo.: El Pescado, eso. Más abajito todavía.
Entr.: Ahí hay como un… que es como una cadena montañosa, ¿una montaña? Dizque se llama Cuchilla Buenavista o de Berlín. Chirí, el río Cauca…
Edo.: Briceño, no, pero por qué no me aparece.
Entr.: Briceño es “acá”, mire.
Edo.: Sí, ya, sí.
Entr.: O sea, “esto” no hay carretera por ahí, pero para nada.
Edo.: Pero es que “aquí” hay una carretera, de Briceño hay una carretera que sube, llega uno a ese caserío, del caserío a acá hay una antena de comunicación, sigue uno para adelante para llegar aquí a El Pescado. Una carretera que sigue para adelante para llegar a El Pescado, pero es que no…
Entr.: [Interrumpe] No sale ahí, debe ser muy pequeña, que no sale ni siquiera, así moviendo. Bueno, es por “acá”, ¿sí?
Edo.: Sí, es más… es antes de llegar a este caserío, otro caseriito [sic] que hay antes de llegar a ese. Es más grande que “este” que me aparece ahí, el caserío es más grande que ese.
Entr.: ¿Cómo era la chapa del chico que quedó ahí?, ¿sí te acuerdas?
Edo.: Uy, no [01:56:25 No se entiende]
Entr.: O, por lo menos, cómo era él.
Edo.: Él es un muchacho, él era alto, alto, moreno, bastante. Se hizo matar por una bobada, por el trago. Ahí en ese pueblito hay una cantina grande, para qué, grande. Se pusieron a tomar y tome, tome, tome, entonces, pues, él era muy… muy visajozo [sic], él quería saber de todo y quería mantener al pie de los comandantes. Nosotros estábamos arriba en el cerrito, estábamos arriba. Habíamos como cuatro que CIU: 594 Transcriptor: Diego Fernando Amaya Ardila Página 45 de 46 no… no tomábamos, o sea, sí tomábamos, pero más controlado porque esa zona por allá es un poco peligrosa, entonces, nosotros decíamos: “No sabemos en qué momento se nos meten, nos dormimos, nos matan, no tenemos respaldo, aquí quedamos”. Listo, estábamos parados firmes nosotros, él llegó, subió arriba [sic], [dijo:] “No hay comida, que no sé qué”, como a las 4:00 de la mañana.
Entr.: ¿Borracho?
Edo.: Sí, borracho. [Le dijimos:] “¿Qué comida va a haber esta hora?, mire la hora que es. Nosotros ni hemos dormido, ni nada, pendientes”, [decía:] “Ah, que no sé qué”. Cogió y cargó fusil, y se puso a hacer tiros al aire. Y se viene ese comandante de allá debajo de la cantina, se viene ese man de allá para acá. [Dijo:] ¿Qué fue lo que pasó acá?, que no sé qué?, [respondimos:] “Él que está loco ahí pateando las ollas y que… que quiere comida, no hay comida y se puso a hacer tiros”, [dijo el comandante:] “Tráeme el fusil”. El fusil… Eso, el olor a pólvora y el fusil queda caliente, claro, el de él. Lo cogieron y lo amarraron [01:58:28 No se entiende], dijo: “Este no va más”. Lo dejaron amarrado ahí en un palo hasta las 7:00, 8:00 de la mañana, lo dejaron ahí amarrado. A las 8:00 ya nos reunieron toditos, 8:00, 9:00 [a. m.], nos reunieron toditos. [Dijo el comandante:] “Mire, vea, si ven lo que pasa [01:58:46 – 01:58:47 No se entiende] ¿Sí saben para dónde va él?”, y quién contesta, más sabiendo ya. El cucho lo tiro y le pegaron un tiro en toda la cabeza, por “aquí”, así. Tenía… que me recuerdo que tenía un pasamontañas puesto, recogido hasta “aquí” [01:59:07 – 01:59:08 No se entiende]. Ahí quedó ese pelado.

Edo.: Creo que lo mataron, o está preso, no sé. Bueno, y así pasó mi doctor. Nosotros [00:53:11 – 00:53:12 No se entiende] a ese cucho, güevón. Este man… el man era un asesino hermano, era como paisa el man. Y esa mirada de asesina que tenía hermano. Yo no justificaba… uno, en veces, muchas cosas, uno las… más de uno le tocó, uno de todas maneras, con esos manes, y uno puede estar en lo que sea hermano, pero no todos tienen el mismo corazón, no tiene la misma mente… O sea, lo que es injusticia, se reconoce como injusticia, pero esos no, esos manes allá son comandantes hermano, se creen los que todo lo pueden. Y así, qué… Y así, pues… Frecuenté algunos hechos, que también Sahagún mató muchos patrulleros, los enterró en Pueblito Mejía, en el cementerio. Un cementerio, y los enterraba ahí. Mataba con bala. Mató un tal [alias] Palisal, con un bate de esos de béisbol, porque el pelado estaba tomando sin permiso.
Entr.: ¿Sahagún lo mató?
Edo.: Lo mató ahí, le dio como cuatro garrotazos en la cabeza, y lo mandó a enterrar allá.
Entr.: ¿Eso en qué año fue?
Edo.: Eso fue en el año 2001, precisamente. Comienzos, algo así, 2001, sí.
Entr.: ¿Y qué chapa tenía el patrullero?
Edo.: Palisal…
Entr.: ¿Y lo enterró en dónde?
Edo.: Ahí mismo en el cementerio, ahí mismo en el cementerio que está ahí. Después también, ahí mismo en Pueblito Mejía estaba La Fina, La Fina el campamento de coca. Hay un señor que se llama [alias] Alfonso, allá, pues se le decía Alfonso. Otro que le decían [alias] El Pastuso, y otro que le decían [alias] Macocha. Los… esos eran los jefes de la droga.

Entr.: Oye, y fueron los urbanos a cogerlos o…
Edo.: Sí, los urbanos, claro. Era más fácil.
Entr.: ¿Sí?
Edo.: Claro, porque ellos ven gente uniformada que viene y no es Ejército, pues tienen tiempo de volarse.
Entr.: ¿Recordá, recordá, fue en el 2004?
Edo.: [Fue en el] 2005.
Entr.: 2005 ¿Recuerdas el mes: enero, febrero?
Edo.: En febrero, en febrero.
Entr.: Oye, me causó curiosidad, ¿usted en tres días pudo lograr eso?
Edo.: Sí.
Entr.: ¿Cómo entraron? ¿Cómo entraron los urbanos? ¿Se metieron en camioneta, a pie? ¿Cómo fue eso?
Edo.: A pie, a la madrugada.
Entr.: Ah, se metieron de noche.
Edo.: Claro, pues yo iba con ellos.
Entr.: ¿Cuántos urbanos se metieron?
Edo.: Ocho. Como ya sabíamos a donde era, a donde dormían y todo.
Entr.: ¿Tomate iba con…
Edo.: [Interrumpe] Yo llegué fue con la información completica, yo no más me quedé ahí afuerita de la casa y cuando… cuando la gente despertó ya todo el mundo estaba encañonado, quieto. Como venga usted, venga usted, venga usted, venga usted, venga usted y venga usted.
Entr.: ¿De ahí pasaron a la otra finca?
Edo.: Y entonces ya con ellos, ya cogimos uno y bueno, [le preguntamos:] “¿Cómo es? [y nos dijo:] “Sí, es que me mandaron a una misión, allí hay otros seis”. Entonces nos fuimos por ellos también.
Entr.: ¿Cuál era la misión de esos tipos? ¿Meterse…
Edo.: Meterse al pueblo, atacar los urbanos, precisamente.
Entr.: ¿Qué le pasó a estos tipos?
Edo.: Lo que les tenía que pasar. Esa gente…
Entr.: ¿Les dieron de pela?
Edo.: [Asiente].
Entr.: ¿Ahí mismo en la finca o…?
Edo.: Sí, ahí ya los sacamos y ellos los llevaron por allá, yo no sé para donde se los llevaron, como que fue pa’ San Miguel o algo así.
Entr.: ¿A San Miguel?
Edo.: [Asiente] Y allá de una vez sí los echan en una fosa común todos.
Entr.: Bueno, así te infiltraste. ¿Cómo te dijo [Tomate] que era un guerrillero, un miliciano? [creo que quiere decir, cuál era el aspecto que tenía un guerrillero según Tomate] ¿Cómo te dijo que era un miliciano? Colócale cuidado porque Tomate para el tiempo que entró y haber surgido tan rápido dentro de la estructura es porque tenía una visión.
Edo.: ¡Uf! Muy brava.
Entr.: Muy bravo ¿no?
Edo.: Brava.
Entr.: Y en ese tiempo yo creo que a un guerrillero lo podía oler a metros.
Edo.: Claro.
Entr.: Entonces ¿cómo [él] le dijo al hermano: “Ojo, que estos que andan así, así, así pueden ser guerrilleros del pueblo[00:22:39, no se entiende]”. ¿Cómo te dijo? ¿Qué te dijo?
Edo.: Él me dijo: “Siempre, por lo regular, ellos andan bien vestidos y se ponen ropita de marca y las zapatillas también son de marca, lo que no se ponen los raspachines”. Y más que todo por eso los sacaba uno así y vienen de la finca, ellos no traen botas viejas, porque las botas de ellos son nuevecitas, usted les mira no más el tacón y son amarillitas, son botas nuevas…ahí se da cuenta usted si vienen de la finca. Y entonces si iban a entrar aquí en el pueblo, se cambian y otra cosa, por el mutilado.
Edo.: No, porque yo simplemente… En veces, y que yo más que todo era cuando iba con Tomate. Él me decía: “Por ahí hay fosas comunes [02:33:14, no se entiende”], por ahí alrededor donde estaba La Paz o los campamentos.
Entr.: ¿En qué parte estaban los campamentos?
Edo.: Pues… Siempre que hay, por lo regular era a las afueras del pueblo.
Entr.: Estamos aquí [como señalando un gráfico], diga, Puerto Asís. Cerca a Puerto Asís, ¿cómo quedaban los campamentos? Porque no…
Edo.: No, es que en Puerto Asís no había campamentos.
Entr.: Afuera, cerca.
Edo.: Pues cuando hubo un campamento fue por acá en medio de Puerto Asís y Villa Santana.

Entr.: ¿Y cuántos…? ¿Estaban nada más los que iban en la chiva o allá había más gente?
Edo.: [Risas] Oiga, si cuando llegué había como doscientos manes, eso todos los días llegaba un carro nuevo, llegaba gente, pero si todos los días también mataban.
Entr.: ¿De los mismos pelados que iban…?
Edo.: [Interrumpe] Sí, claro… Porque hay gente que llega a una parte y es como… como que creen que están en el patio de la casa y así no es. Entonces, llegaban allá y era braveando, y allá había un señor que eso [era] bueno para matar gente.
Entr.: ¿Cómo le decían?
Edo.: [Alias] JL.
Entr.: ¿Que era como instructor?
Edo.: Era el que mandaba en la base.
Entr.: ¿En Las Flores?
Edo.: Sí. Él mandaba ahí, él mandaba a los instructores. Y eso cada vez que ese señor se subía a esa [00:20:44 No se entiende] era a matar gente. Entonces ya uno salía como psicoseado. Los que se volaban era lo mismo, trataban de volarse y los traían al mediodía y los mataban. Yo vi a gente que trató de volarse, quién sabe si era algún guerrillero o que no sé qué, los cogían y lo mataban al perro, y uno pelado viendo todo eso.
Entr.: ¿Pero a fusil o machete?
Edo.: A fusil. Pero también había veces que se mataba y se mochaban para hacer el cuerpo más pequeño, se descuartizaba.
Entr.: ¿Por los mismo compañeros o gente que traían de afuera?
Edo.: No, pues, llevaban tiempo de estar ahí.
Entr.: O sea, pero a los que… ¿el muerto era al muerto recluta o gente que traían de afuera esas personas?
Edo.: Traían reclutas. O sea, eran reclu… cuando no se volaba un recluta era porque peleaba [00:21:41 No se entiende] o un antiguo, el propio lo mandaba a joder porque no quería hacer caso, así como de antiguos, traían reclutas, ahí caía de toda clase de gente. Ahí a veces traían hasta ladrones o gente para desaparecer ahí mismo. Uno caminaba ahí, se pillaba cualquier cantidad de cuerpos.
Entr.: Entonces, salen de ahí como de donde les hacen una revisión médica y llegan a Las Flores.
Edo.: No.
Entr.: ¿Entonces…?
Edo.: [Interrumpe] Cuando salíamos de allá sí llegamos a Las Flores pero nada de camino, eso nos metían como una quebrada, ahí se daba uno cuenta que a lo último [00:22:23 No se entiende]…
Entr.: ¿Que no pudo, de que no tenía cómo o cómo así que no pudo?
Edo.: O que no se daban las cosas, o que muchas veces le daban podrido, cualquier cosa. Entonces no lo dejaban a uno por allá metido, le dan… pues, la regla era que uno no podía quedarse por allá metido.
Entr.: ¿Cómo así?
Edo.: O sea, que en combate todo muerto hay que sacarlo pa’ fuera, que la guerrilla no lo viera.
Entr.: ¿Y como cuándo empezó a regir como esa regla de que hay que llevarse todos los muertos?
Edo.: Eso empezó aflojarse muy temprano, eso empezó a aflojarse como en el 2000… yo le pongo por ahí en el 2002, 2003, ya empezaron con que ya no mataban, ya no podían matar patrulleros. ¿Sí me entiende?, que eso traía sal pa’l bloque, que mejor lo mandaran para la… que echaran a ese perro para la casa si no servía, todo eso.
Entr.: ¿Pero antes del 2003 si…?
Edo.: Sí, sí.
Entr.: Lo que fuera.
Edo.: Claro.
Entr.: Pero lo que usted dice que el muerto no se podía dejar, digamos, en el campo de batalla sino [que] había que sacarlo.
Edo.: Sí, eso lo sacaban a uno y lo enterraban o se lo entregaban como le digo a la ley. Eso fue en el 200… 2003, ya eso empezó como a… como a mandarlo a uno pa’ la casa si lo mataban.
Entr.: O sea, a donde los familiares.
Edo.: Sí. Si usted estaba de buenas, y si lo cogía de buen corazón lo mandaban para la casa y le mandaban plata a su familia.
Entr.: ¿Y quién decidía a quién mandaban para la casa o a quién le seguían…?
Edo.: Los comandantes… Los comandantes.
Entr.: Entonces iban eran los más queridos.
Edo.: Claro, los más queridos eran los que estaban….
Entr.: Por ejemplo, ¿qué normas tenían que seguir la población que vivía allá en esos lugares de control? Pues que los ladrones, que…
Edo.: O sea, los ladrones…
Entr.: [Interrumpe] Por chismes, todas esas cosas.
Edo.: Al ladrón más que todo, al vendedor de vicio.
Entr.: O sea, no se podía vender vicio.
Edo.: No, lo mataban.
Entr.: ¿Y todas estas personas que… pues, de limpieza social?
Edo.: Urbanos.
Entr.: Pero ¿y los urbanos… a balín o también se hacían que los desaparecían?
Edo.: No, allá es como… trabajaban es en los pueblos, eso los queman antes de que lo recojan a uno.